sábado, 12 de marzo de 2011

Espaguettoni Alfredo con gambas

Ante la avalancha de peticiones y la gran acogida de la receta en Facebook -vamos, Tía Carmen, que va por ti :)- voy a publicar esta receta que me ha salido tan de rechupete.

Hace poco hice un pollo asado al limón que estaba superácido, y se me cayó toda mi autoestima, pensando incluso que había perdido mi "mojo". Lo he pasado bastante mal, y aún lo paso cuando mi marido cada vez que digo la palabra "limón" entorna los ojos a lo Fary (si no eres de este país, lector planetario, busca El Fary en wikipedia, pero asegúrate de estar sentado, sobre todo si sale alguna foto...).

En fin, que me lanzo a recuperar el amor perdido retomando una receta que probamos en el viaje de novios a Orlando (Florida). Exactamente fue en Red Lobster, al poco de llegar a los "estates", y con mi boca aún sin poder cerrarse. God Bless America. :)

1. Ponemos un hilillo de aceite en una sartén, y echamos tres dientes de ajo picadito. Yo usé un wok con intención de volcar luego la pasta en él para poder moverlo ahí mismo. El aceite lo puse muy bajito para obtener más un ajo confitado que frito. El resultado fue espectacular.

2. Una vez está confitado el ajo (no os asustéis, no tarda nada), echamos media cebollita dulce triturada. He usado una blanca, porque la morada, aunque es dulce también, me tiñe la salsa, y tras el fracaso "azul" de tortilla de patata que me salió la otra noche, mejor la dejamos para ensaladas o salsa de carne...

3. Pochada la cebolla añadí una cucharada de mantequilla, y un puñadito generoso de gambas congeladas de Bofrost*. Si le ponéis de las "pata negra", pues mejor. A mí no me da para más de esto :).
Con cuidado de que no hierva mucho, le añadimos un brick pequeñito de nata de cocinar. Hará falta aparte un poquito de leche más adelante, para una vez terminada la salsa, darla la textura que nos guste más.

4. Ponemos mientras a cocer la pasta. En el Carrefour había una oferta de 3x2 de espaghettoni Barilla del nº7 y no me pude resistir. Tengo los tres paquetes, que me durarán hasta el día del Juicio, pero esta marca me encanta. Como os guste de punto, "enriquecida" o no, etc.

5. Volvemos con la salsa. Estará hirviendo bajito ya. Medio paquete de parmesano en polvo, un tercio de emmental rallado y una cucharada grande y generosa de Philadelphia. Yo le eché "light" para que no engorde tanto.

...

¿No os habéis reído con esta última parte del "light"?. Entonces es momento de que os sirváis un buen vaso de vino dulce. En serio, le puse "light" porque lo tenía en la nevera y porque no espesa tanto la salsa. Destaco la marca Philadelphia, no porque me den comisión, sino porque NO TIENE PARANGÓN.

No podemos parar de remover, que se puede pegar o tostar el queso y no mola. No hace falta agobiarse mucho, sólo estar pendientes de la temperatura. Añadimos la leche que sea necesaria para que quede de nuevo como si fuese nata. Un pequeño hervorcito bajito y lista.

6. Cuando esté la pasta la escurrimos bien, la volcamos en la sartén/wok, y la mezclamos bien. Añadimos perejil fresco y corriendo a la mesa.

No sé cómo os habrán quedado, pero aquí en casa dimos palmas con la orejas. ¡Mmmmmmmmmm!.


No hay comentarios:

Publicar un comentario